La voluntad es un extraño y poderoso mecanismo que si no se mueve, el óxido lo envuelve, corroe y paraliza.
La voluntad encierra en sí misma una colosal fuerza innovadora y sanadora de fuerte impacto social, capaz de conseguir las más profundas permutas íntimas en el seno del individuo, la familia, la sociedad.
Por extraño que resulte, muchas veces ella encuentra y saca a la luz fuerzas adormecidas en sus entrañas, a partir del dolor de un semejante. Un dolor conocido o presumido.
Hace apenas unos días atrás, el viernes 7 de julio de 2017, la humana amorosa voluntad de un grupo de hermanos-amigos y amigos-hermanos del Centro Educativo Integral “Camino a la Casita”, dieron forma y vida al CEI “Los Hornos” como para adelantarse al frío del ambiente y de la indiferencia, en la noble intención de alimentar cuerpos y abrigar afectos.
El mundo ya tiene un nuevo lugar en donde encontrar refugio, alejado de las pompas insensibles que buscan siempre agradar a los hombres, nacido desde el silencio insondable, intentará desde el primer día, hacer sonar las cuerdas entonadas de aquellas almas en cuerpos de niños, de mamás o de abuelas que decidan acercarse a compartir, sea una taza de leche, sea una dificultad escolar, sea una cicatriz por la falta de cariño…
Se levanta la cortina, se abren las puertas, las ventanas comienzan a respirar, las luces se encienden y los brazos extendidos en señal de bienvenida se disponen a absorber las sonrisas hondas de los nuevos hijitos del alma.
Para muchos… ya no será lo mismo… Bienvenidos…