El enojo todo lo altera. En estos tiempos, todos somos protagonistas y testigos
de eso…
Es muy difícil conseguir pensar correctamente cuando el ánimo está perturbado, aunque haya motivos que justifiquen el malestar, y es bien cierto que la forma puede alterar el fondo. Aun la idea más sensata que podamos defender o proponer, si la manera en que se dice no es correcta, entonces la forma oscurece el fondo, y lo externo vaya si inhibe de resplandor al contenido…
Como seres humanos en plena etapa de evolución, todas las emociones pueden
visitarnos en algún momento y la cólera, en tal sentido, estará dispuesta
muchas veces. Siendo así, ante ese «muchas veces», florece esta
cristiana propuesta de “70 veces siete”, invitando al perdón para mitigar
e inclusive, lo que es mejor aún, para reemplazar al enojo turbulento.
Si alguien «pecó» o se equivocó contra mí, siendo un hermano
humano, este redentor proceso de la salud que es el “70 veces siete”, si
bien de acuerdo a la circunstancias puede tardar un poco en presentarse en mi
vida, sea por la gravedad del hecho, o por el momento de la vida en que sucede,
o por la persona causante, el lugar o el daño que produce, como asimismo los
efectos que pueda dejar, lo cierto es que, más tarde o más temprano, la
infalible fórmula para nuestra salud psíquica será: “70 veces siete”, es decir,
PERDONAR indefinidamente, sine die…
Ello no representa de ningún modo estar de acuerdo con el autor del delito o la
ofensa, significa desengancharnos de las redes del delito o la ofensa,
para continuar con la vida y con la integridad que quede de ella, sintiendo en
lo más profundo del ser el inigualable sabor del triunfo sobre nosotros mismos,
y el tiempo, compañero obligatorio, posiblemente coloque en mi vida, el olvido
de esa ofensa, para que, entonces, el triunfo sea total.
Conseguiré así mirar a los Cielos para decir: resistí, soy genuinamente fuerte, sobrellevé el dolor y lo vencí. Ya no es más parte de mi vida y todo gracias a la más maravillosa de las fórmulas presentada a la humanidad hace más de 2000 años: “70 veces siete”, razón por la cual, cualquier esfuerzo por conquistarla traerá de inmediato el resultado sanador. De inmediato, sumando consuelo, esperanza y paz…
No seré el mismo, eso está claro, porque ahora mi vuelo no tendrá ataduras y en
las alturas de la conciencia elevada, el perdón me dará fuerzas y allanará el
propio camino, si pretendo a su vez que esta fórmula bendita, única e
irrepetible como Su autor, pueda ser usada también en mi propio beneficio cuando,
a su vez, dada mi humana naturaleza, necesite pedir
perdón.
Raúl Kasiztky
Sociedad Espírita “Te perdono”
Centro Educativo Integral “Camino a la Casita”