La mañana del 18 de abril de 1857 el sol volvía a despertar a París, y en la Librería Dentú una nueva luz, cálida y potente, nacía para despertar al mundo.
Como si se tratara de un farol del Cielo, llegaban el consuelo y la esperanza, dos alimentos vitales para el alma, medicamento Divino en formato de libro.
Gracias por siempre, El Libro de los Espíritus. 167 años después, gracias para siempre.